“La dirección tiene que estar abierta a descubrir. Un ensayo siempre es una hipótesis cambiable porque los otros también son artistas como tú.”
Empecé haciendo de ayudante de dirección para aprender y conocer, y ahora para mí dirigir es una necesidad vital que combino con la docencia. No creo en los pedagogos de arte que no hacen arte. Si el pedagogo no está en contraste con el escenario pierde un punto de vista fundamental: la realidad artística.
Una gran inquietud para explicar historias, saber observar y no caer en las fórmulas establecidas. No hay una sola manera de dirigir. El arte es contradicción y búsqueda. Te tienes que hacer muchas preguntas para ser buen director. El arte siempre es preguntas y posiblemente nunca respuestas.
Estás en contra del que denominas “director-dictador”.
Un espectáculo es un arte colectivo, la creación la llevan a cabo todos los componentes. La dirección tiene una línea de trabajo, un sentido globalizador del espectáculo porque es quien observa la totalidad, pero los actores tienen mucho que ver. Yo bebo de todos los otros compañeros y en el caso del actor pienso que no es un instrumento, sino un creador. Un instrumento lo tocas, un actor crea.
¿Un director tiene que ser antes actor?
Tiene que tener conocimiento de la técnica de interpretación y de las diferentes escuelas existentes y, si puede ser, tiene que haber pasado física y mentalmente por el trabajo actoral para luego poder trabajar con el actor.
¿Cómo se “hace” el director?
Trabajando de verdad, aunque sea mirando. Acabas los estudios con conocimientos técnicos pero lo que manda es la inquietud y la curiosidad. La comodidad del mundo contemporáneo hace que esto se pierda y que la gente tenga miedo de una cosa fundamental en el teatro: el conflicto. El teatro es conflicto.
Esto me suena de La Casona...
Lo que me gusta de La Casona es que tiene una mirada artística y poco basada en el mercantilismo. Además te da un “saber colocarte”, un saber estar, unas técnicas y una mirada ética y estética hacia el teatro. Pero es necesario no olvidar que hay una realidad muy dura.
¿Cómo de dura?
Los alumnos cuando acaban caen en un pozo. Por eso es importante trabajar con gente en el aula que tiene un pie a la realidad. Los pedagogos no dejan que te duermas. Y por otro lado el alumno no se puede cerrar en el aula. Tiene que trabajar afuera buscando una proyección paralela a los estudios.
Un consejo a futuros directores.
Que se apunten a hacer asistencias de dirección y en proyectos diversos. Se tienen que conocer muchas metodologías y maneras de hacer para llegar a tener un estilo propio. En mis clases intento hacer hincapié en diferentes ámbitos para que el alumno tenga curiosidad por descubrir las diferentes puertas.
Empezamos haciendo un trabajo de creación dramatúrgica. En los primeros trabajos juntamos al actor, al director y al dramaturgo. El alumno se ve forzado a hacer los tres roles a la vez. Un bombardeo, sí, a partir del cual vemos la complejidad de la cuestión. Sólo así aprendes cuantas cosas te pueden dar los otros a ti y viceversa.
Después aprenderemos a crear el mundo alrededor de un texto y a desarrollar una idea para que acabe siendo un espectáculo.
Pretendo abrir puertas y que la curiosidad haga que los alumnos descubran la complejidad y se enamoren de alguna de estas puertas. Si no te enamoras no haces nada.
¿Es necesario tener experiencia previa?
Se tiene que haber hecho interpretación en algún sentido, sino es muy difícil abrir puertas.
Por eso pides currículum.
Para poder ser mes efectiva. Intento complacer al máximo posible las inquietudes de los alumnos.
¿Fechas?
Del 9 al 2o de julio 2012.
Lunes, miercoles y viernes de 18,30 a 22 h
¡Os espero!
MIREIA GUILELLA