viernes, 10 de diciembre de 2010

Una infusión con Jon del Vas, protagonista de "La Nit de les Tríbades"

 “La diferencia entre el cine y el teatro es que la gente va al cine a sentarse en su sillón y al teatro a hacer comunidad”
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Fotografía: Maximiliano E. Segura
Tengo 28 años. Doy clases de voz en el curso regular de Formación del Actor en LA CASONA, donde me formé. Soy políticamente incorrecto. Me cuesta ponerle palabras a lo que hago y cuando las pongo digo frases muy bobas y muy tontas. 
En LA CASONA se valora mucho el componente humano, y eso es algo que luego compartimos todos los Casoneros.


Los próximos 10, 11 y 12 de diciembre en la Nau Ivanow de Barcelona: La nit de les Tríbades, de la compañía Teatre Portàtil, una adaptación teatral y también audiovisual. Una obra de Per Olov Enquist que dramatiza la vida del autor teatral August Strinberg.
August y su ex mujer Siri von Essen se reencuentran con la intención de ensayar el monólogo La más fuerte. Lo que no se espera August es que aparezca María en medio del ensayo, amante de Siri. Esta última provocará varias tensiones entre los tres.
Teatre Portàtil nace cuando tres enamorados del teatro deciden sacar a delante un proyecto; Martí, escenógrafo, “un artesano” dice con cariño Jon; Ferràn, “un director buenísimo dirigiendo a un grupo humano”;  Y Jon, actor. “Queríamos hacer teatro, algo distinto, y sobre todo regalar algo”.  Novecento fue su primer “regalo”, un monólogo de Alessandro Baricco. La obra se planteó de manera que se pudiera representar en las casas. Así, de hogar en hogar, empezaron haciendo bolos en casa de los amigos, luego en casa de los amigos de los amigos y al final en casas de gente que desconocían totalmente. “Lo que hacíamos era muy hippy, tenía un punto de romanticismo e idealismo absoluto” apunta Jon recordando la experiencia. “Actuamos en los sitios más raros que te puedas imaginar, desde una terraza, pasando por un patio y hasta en la casa del portero con toda la comunidad de vecinos como público.”

Llegaban el día del bolo sin haber ensayado antes en aquel espacio y tampoco sabían cómo sería su público, con lo cual el riesgo y la incertidumbre estaban asegurados. Cada bolo representaba una aventura distinta para ellos; “recuerdo un día que, después del bolo, una señora que estaba de público nos invitó a cenar a su casa y estuvimos una hora y media viendo la colección de elefantitos que tenía. ¡Una maravilla!”, exclama. Después de más de un año de bolos deciden empezar una nueva aventura: La Nit de les Tríbades, que nada tiene que ver con la primera experiencia. 
Se trata de una fusión de teatro y cine. “Es la primera vez que el audiovisual juega a  favor del teatro y consigue estar plenamente integrado. No deja de ser trabajo de teatro pero con todos los apoyos del cine.” Y es que a pesar que veamos una filmación, realización y proyección en directo de una obra “el acting no deja de ser teatral, yo hago teatro aunque esté detrás de una pantalla”, asegura Jon.
Existe una cuarta pared real en la que el público ve a los personajes a través de una gran pantalla. La acción se desarrolla detrás de esta cuarta pared aunque en ocasiones los personajes van entrando y saliendo por una pequeña puerta.
Del personaje que protagoniza Jon, August Strindberg, le interesó “el aspecto del  niño que se enfada, que patalea, que tiene una impunidad brutal. Esa espontaneidad, esa falta de política”. El hecho de que haya tres cámaras en escena lejos de perjudicarle le beneficia “porque le dan un toque más cercano al personaje”.

Estrenaron el pasado 25 de noviembre y todavía no tienen claro qué género acaban de inventar. ¿Cómo llamarle a este género híbrido? ¿Metateatralidad? “Todavía es pronto para sacar conclusiones de los que hemos hecho, por lo que invito a la gente a venir, a sacar sus propias conclusiones y a compartirlas con nosotros” responde Jon.
Lo que más le gustó del estreno fue que la gente se quedara después de la obra. “La diferencia entre el cine y el teatro es que la gente va al cine a sentarse en su sillón y en el teatro la gente va a hacer comunidad. Acabar el bolo y ver que la gente no se va, que se queda comentando la obra, que traspasa la cuarta pared y se hace fotos con la escenografía... eso es... muy mágico”

Autor: Per Olov Enquist
Dirección: Ferràn Utzet
Intérpretes: Jon del Vas, Fiona Rycroft, Eva Parets y Melcior Casals
Escenografía y atrezo: Martí Baltà
Vestuario: Marta Sancho
Dramaturgia: Joan Yago
Audiovisual: Marc Tardiu
Compañía: Teatre Portàtil

¿Cuando y dónde?
Viernes 10 y sábado 11 de diciembre a las 21:00h. Domingo 12 a las 19.00h
Sala Andy Warhol de la Nau Ivanow de Barcelona

Mireia Guilella

martes, 16 de noviembre de 2010

LOS CRÍTICOS DE TEATRO DEBERÍAN TRABAJAR MÁS

¡Los críticos de teatro deberían trabajar más!
Esta enfática afirmación seguramente no será del agrado de los señores editores de periódicos que, por cierto, aunque de una manera restringida, son los únicos medios –junto con algunas revistas de ocio- que dedican espacio al tema. La televisión y la radio, salvo alguna excepción, no dedican ni un minuto a la crítica teatral de manera seria y continuada.
Considero que la crítica teatral, por imposición editorial (en la mayoría de los casos) o por incapacidad del crítico/a (en algunos casos), se ha convertido en, tan solo, crónica teatral, es decir en información de un tema de actualidad… y nada más.
Con las prisas y el poco espacio a que cada vez más se ven constreñidos los críticos, esas crónicas se convierten en tan solo unas líneas para ubicar al lector en lo que ofrece la obra en cuestión, ocupando en ello ¾ partes del espacio con apreciaciones literarias o históricas, sobre la trayectoria del autor o creador principal, o sobre la influencia de tal o cual sobre cual o tal. Y luego, generalmente en una titubeante y escasa última parte se encara el comentario del “trabajo escénico propiamente dicho”. Aquí suelen mencionarse los nombres de los protagonistas y alguno más, con un expeditivo adjetivo individual (un Fulano de Tal estupendo, apagado, estridente, convincente, muy creíble, olvidable, inaudible, histriónico, etc). Para el director, obviamente si es famoso o “incuestionable”: unas líneas generalmente unidireccionales, y, si sobra espacio, con suerte se menciona a los responsables de la escenografía, la música original o la iluminación.
Nada más.
Yo creo que no alcanza, que sirve para poco (quizás para los programadores de ayuntamientos que, en general, no mueven sus culos para ir a ver personalmente los espectáculos antes de programarlos).
Creo que no sirve para la formación del espectador anónimo y mucho menos para que el crítico forme parte importante de la comunidad teatral, para ser su interlocutor esperado y respetado.

Propongo (y ya veréis que me quedo corto): que los críticos tengan más trabajo, por lo tanto ganen más dinero, por lo tanto tengan la posibilidad concreta de hacerlo mejor.
La idea es que sobre cada espectáculo el crítico haga dos escritos: uno, previo al estreno (lo que hoy normalmente se llama previa, pero  que nunca firma el crítico), en el que se hable de LA OBRA ESCRITA, de la literatura dramática en la que se basa el montaje, en el que se comente la trayectoria del autor, época en la que ha sido escrita o en la que suceden los acontecimientos del montaje; tendencia, intenciones, estrenos previos de la misma obra y sus resultados y/o eco social en escenificaciones anteriores, etc.
Es decir, un profundo comentario que ubique al espectador de una forma lo más objetiva posible frente a lo que va a ver en la escena a posteriori.

Luego del estreno (creo que los críticos nunca deberían ir al estreno si no a una de las primeras cinco funciones y sin avisar), vendría la que yo llamaría “verdadera crítica teatral” y es aquí en donde, creo humilde y respetuosamente, el crítico debería explayarse sobre el hecho escénico, sobre todo lo que ahora sucede a partir de la propuesta literaria del autor. Me refiero a asuntos como el trabajo y estilo interpretativo y creativo de los actores (haciendo seguimiento del proceso de crecimiento de aquellos que van destacando obra a obra); el análisis de la puesta en escena comparando el trabajo del director con otros suyos anteriores, sus intenciones, sus logros o no; evaluar la dramaturgia escénica (aquello que el autor no propone y que surge del trabajo conjunto de director y actores en el proceso de ensayos); una valoración lo más pormenorizada posible de las artes u oficios que componen el montaje: escenografía, vestuario, iluminación, música, banda sonora, efectos especiales, etc.

Pienso que esta forma de trabajar más completa fomentaría el teatro, las artes escénicas en general, permitiría que los críticos pudieran especializarse más en su tarea, llevaría a que su voz fuese más escuchada y ponderada en la profesión y, algo sobre lo que siempre insisto, ayudaría a la formación del espectador lo que indudablemente conseguiría un aumento de los espectadores en los teatros.
Fernando Griffell  

viernes, 12 de noviembre de 2010

TU MIRADA Y TU VOZ SOBRE EL TEATRO

A principios de este año 2010 en una presentación de actividades por el 30º aniversario de LA CASONA, terminábamos diciendo: -30 años de experiencia, continuidad, coherencia; abiertos a los nuevos tiempos, propulsando nuevas “miradas” sobre el hecho teatral, “escuchando” a las nuevas personas que conforman las nuevas generaciones de actores, de creadores… Al servicio del Arte del Teatro. Con este espíritu y esta energía “treintañera” os damos la bienvenida.

Esta bitácora de LA CASONA es, de alguna manera, una concreción en la línea de aquellas palabras.
Aquí es donde “escucharemos” y compartiremos las  inquietudes de quienes las tengan. Alumnos y ex alumnos del Centro, pero también actores y actrices profesionales, investigadores, estudiantes de otras escuelas, profesores, grupos amateurs, periodistas, gente de la cultura, políticos preocupados por estos temas, y todos quienes quieran difundir sus “miradas” sobre nuestro Arte.
En esta bitácora serán bien recibidas reflexiones, preguntas, respuestas y todo tipo de aportaciones que se generen al calor de la inquietud, la búsqueda y la complicidad en un mismo objetivo: las Artes Escénicas.
Fernando Griffell

miércoles, 10 de noviembre de 2010

BIENVENIDOS A LA BITÁCORA DE LA CASONA

¡Bienvenidos a la bitácora (blog) de LA CASONA, Formación e Investigación Teatral de Barcelona!


Desde aquí queremos intercambiar información con todos los profesionales, amantes y espectadores de las Artes Escénicas.
Como Centro pedagógico y de investigación teatral nos interesa hacer del saber, del conocimiento, un péndulo multidireccional que no pare y llegue a todos los que por este medio se acerquen a LA CASONA.


Noticias, convocatorias, reflexiones, invitaciones, críticas, reportajes, entrevistas, documentos, estrenos, sorteos, propuestas, aforismos, seminarios y todo aquello que va y viene de manera permanente o efímera en nuestro Arte.
Comenzamos y, como en todo, iremos creciendo.
Allá vamos. ¿Vienes?

Fernando Griffell
Director de LA CASONA